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Esclerosis múltiple recurrente remitente

Información sobre la esclerosis múltiple recurrente remitente

“ataques” o “exacerbaciones”, las siguen períodos de recuperación parcial o total (remisiones). Durante las remisiones, es posible que todos los síntomas desaparezcan o que algunos continúen y se vuelvan permanentes. Sin embargo, la enfermedad no parece avanzar durante estos periodos.La esclerosis múltiple recurrente remitente se puede caracterizar como activa (con recaídas o indicios de nueva actividad visible en imágenes de resonancia magnética en un periodo específico) o inactiva, como también que empeora (un aumento confirmado de discapacidad después de una recaída) o no empeora.Aproximadamente el 85% de las personas con esclerosis múltiple reciben un diagnóstico inicial de esclerosis múltiple recurrente remitente.Este gráfico muestra la actividad que pueden ocurrir con la esclerosis múltiple recurrente remitente, pero la experiencia de cada persona con este tipo es diferente. Después de una recaída, es posible que los síntomas nuevos desaparezcan sin causar mayor discapacidad. Quizá solo algunos de los síntomas nuevos desaparezcan y, como resultado, la discapacidad sea mayor. Como indican las flechas, como parte de una recaída, con frecuencia ocurren nuevas lesiones que se detectan en las imágenes de resonancia magnética. Incluso si la persona no nota síntomas, es posible detectar nuevas lesiones, las que indican actividad de la esclerosis múltiple." c-nmssatomrichtext_nmssatomrichtext-host="">
La esclerosis múltiple es una enfermedad impredecible del sistema nervioso central que afecta el flujo de información en el cerebro y entre este y el cuerpo. La esclerosis múltiple recurrente remitente es el curso más común de la enfermedad.Si usted tiene esclerosis múltiple recurrente remitente, notará recaídas claramente definidas, con síntomas neurológicos nuevos o en aumento. A estas recaídas, también llamadas “ataques” o “exacerbaciones”, las siguen períodos de recuperación parcial o total (remisiones). Durante las remisiones, es posible que todos los síntomas desaparezcan o que algunos continúen y se vuelvan permanentes. Sin embargo, la enfermedad no parece avanzar durante estos periodos.La esclerosis múltiple recurrente remitente se puede caracterizar como activa (con recaídas o indicios de nueva actividad visible en imágenes de resonancia magnética en un periodo específico) o inactiva, como también que empeora (un aumento confirmado de discapacidad después de una recaída) o no empeora.Aproximadamente el 85% de las personas con esclerosis múltiple reciben un diagnóstico inicial de esclerosis múltiple recurrente remitente.Este gráfico muestra la actividad que pueden ocurrir con la esclerosis múltiple recurrente remitente, pero la experiencia de cada persona con este tipo es diferente. Después de una recaída, es posible que los síntomas nuevos desaparezcan sin causar mayor discapacidad. Quizá solo algunos de los síntomas nuevos desaparezcan y, como resultado, la discapacidad sea mayor. Como indican las flechas, como parte de una recaída, con frecuencia ocurren nuevas lesiones que se detectan en las imágenes de resonancia magnética. Incluso si la persona no nota síntomas, es posible detectar nuevas lesiones, las que indican actividad de la esclerosis múltiple.
Gráfico multicolor de líneas como ejemplo del curso de la esclerosis múltiple recurrente remitente..
Actividad con la esclerosis múltiple recurrente remitente
mielina, la sustancia grasa que recubre y aísla las fibras nerviosas. Durante estos ataques inflamatorios, las células inmunitarias activadas causan daño en puntos específicos. Esto produce los síntomas de la esclerosis múltiple. Ya que los puntos de daño pueden variar, los síntomas varían mucho de una persona a otra.

Control del curso de la enfermedad

La actividad y el empeoramiento de la enfermedad se deben evaluar de manera periódica con un examen neurológico y resonancia magnética. Es útil tomar nota del curso de la enfermedad en diferentes momentos para cuando su especialista en esclerosis múltiple y usted hablen de sus opciones de tratamiento y resultados previstos.Por ejemplo:
  • Si tiene esclerosis múltiple recurrente remitente activa y que empeora, puede ser beneficioso que su profesional de salud y usted hablen de una estrategia de tratamiento distinta a aquella si no hubiera indicios de actividad o empeoramiento. Juntos pueden evaluar los posibles riesgos y beneficios de otras opciones de tratamiento.
  • Si sus síntomas no han empeorado con su actual tratamiento pero hay indicios de nueva actividad de la enfermedad en las imágenes de resonancia magnética, la conversación con su profesional de salud puede ser sobre cambiarse a un tratamiento con otro mecanismo de acción para controlar mejor la actividad de la enfermedad y evitar que empeore.
  • Si la esclerosis múltiple recurrente remitente está estable, sin indicios de actividad ni empeoramiento en imágenes de resonancia magnética, su profesional de salud y usted pueden confiar en la eficacia del actual régimen de tratamiento.

Diferencias entre la esclerosis múltiple recurrente remitente y los tipos progresivos de la enfermedad

Si bien la esclerosis múltiple recurrente remitente se define por ataques o recaídas con nuevos síntomas de la enfermedad, con los tipos progresivos de esclerosis múltiple hay menos ataques y la acumulación de discapacidad es gradual. Además:
  • Las personas con esclerosis múltiple recurrente remitente tienden a presentar nuevas lesiones cerebrales —también llamadas placas o cicatrices— en las imágenes de resonancia magnética. Las personas con esclerosis múltiple primaria progresiva tienden a tener más lesiones en la médula espinal.
  • Las personas con esclerosis múltiple recurrente remitente tienden a tener más lesiones inflamatorias en las imágenes de resonancia magnética. (Estas se hacen visibles cuando se usa el contraste de gadolinio en la exploración).
  • Las mujeres se ven 2 a 3 veces más afectadas con esclerosis múltiple recurrente remitente que los hombres. El número de mujeres y hombres que reciben un diagnóstico de esclerosis múltiple primaria progresiva es prácticamente el mismo.
Se suele diagnosticar la esclerosis múltiple recurrente remitente antes que los cursos progresivos de la enfermedad:
  • La mayoría de las personas con esclerosis múltiple recurrente remitente reciben el diagnóstico entre los 20 y los 40 años de edad (aunque en algunos casos, de niñas o mayores). Por otro lado, la esclerosis múltiple primaria progresiva usualmente se diagnostica entre los 40 y 60 años.
  • La transición de esclerosis múltiple recurrente remitente a secundaria progresiva por lo general se produce en las personas que han tenido el tipo recurrente remitente durante por lo menos 10 años.

Síntomas de la esclerosis múltiple recurrente remitente

Entre los síntomas que más se reportan con la esclerosis múltiple recurrente remitente están:
  • problemas intestinales y urinarios,
  • fatiga,
  • entumecimiento,
  • problemas cognitivos (para aprender, recordar o procesar información),
  • espasticidad o rigidez y
  • problemas de visión.
Las personas con tipos progresivos de esclerosis múltiple también tienden a tener, además de otros síntomas posibles, dificultad para caminar y movilizarse que empeora con el tiempo.

Diagnóstico de la esclerosis múltiple recurrente remitente

Los criterios para el diagnóstico de la esclerosis múltiple recurrente remitente requieren evidencia de por lo menos dos puntos separados de daño (“diseminación en el espacio”) que han ocurrido en diferentes momentos (“diseminación en el tiempo”) en el sistema nervioso central. Para llegar a un diagnóstico, según los criterios, se utilizan los resultados de resonancia magnética, como también la historia de síntomas y observaciones del examen neurológico. Además, el médico debe descartar otras enfermedades a las que se puedan atribuir los síntomas.

Cambios recientes de dichos criterios permiten que, en vez de "diseminación en el tiempo", se use la presencia de un grupo específico de proteínas en el líquido cefalorraquídeo. Esto acelera el proceso de diagnóstico para muchas personas.

Tratamiento de la esclerosis múltiple recurrente remitente: cambiar el curso de la enfermedad

La Dirección de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration o FDA) ha aprobado más de 20 medicamentos —conocidos como tratamientos modificadores de la enfermedad— para la esclerosis múltiple recurrente remitente. Estos tipos recurrentes son el síndrome clínicamente aislado, la esclerosis múltiple recurrente remitente y la secundaria progresiva (con recaídas) y activa.Los estudios han demostrado que todos los medicamentos para la esclerosis múltiple pueden:
  • reducir el número de recaídas (también llamadas ataques o exacerbaciones),
  • limitar la nueva actividad de la esclerosis múltiple (nuevos puntos de daño, llamados placas o cicatrices) en el sistema nervioso central y detectados en imágenes de resonancia magnética y
  • retrasar el empeoramiento (progresión o avance) de la enfermedad.
La investigación de muchos años indica que empezar a usar uno de estos medicamentos poco después del diagnóstico de esclerosis múltiple es la manera más eficaz de controlar el proceso de la enfermedad. Cada tratamiento modificador de la enfermedad está asociado a ciertos efectos secundarios y riesgos. Lo mejor es decidir si empezar a usar un tratamiento modificador o cambiarse a uno diferente con el profesional de salud que atiende la esclerosis múltiple. Para tomar una decisión basada en la información, es importante que hable con su equipo médico sobre cómo se administra el medicamento y sus efectos secundarios, riesgos y costo. 

Control de los síntomas

Con todos los cursos de esclerosis múltiple, el control proactivo de los síntomas es esencial para su comodidad y productividad continua, además de una mejor calidad de vida.

Rehabilitación

Los especialistas en rehabilitación tienen una función importante desde el momento del diagnóstico. Pueden ayudarlo a desempeñarse mejor a pesar de la esclerosis múltiple al aumentar su capacidad de movilizarse y promover su seguridad e independencia.

Vida sana

Incluso con una enfermedad crónica o discapacidad, puede lograr una salud mejor y mayor bienestar, lo que incluye el aspecto emocional.

Control de las recaídas con esclerosis múltiple

El control de las recaídas es esencial para mantener y mejorar su calidad de vida. Los recursos de abajo son útiles para identificar las recaídas y aprender estrategias para enfrentarlas." c-nmssatomrichtext_nmssatomrichtext-host="">

¿Qué sucede con la esclerosis múltiple recurrente remitente?

Se define la esclerosis múltiple recurrente remitente como ataques a las fibras nerviosas (axones) y a la mielina, la sustancia grasa que recubre y aísla las fibras nerviosas. Durante estos ataques inflamatorios, las células inmunitarias activadas causan daño en puntos específicos. Esto produce los síntomas de la esclerosis múltiple. Ya que los puntos de daño pueden variar, los síntomas varían mucho de una persona a otra.

Control del curso de la enfermedad

La actividad y el empeoramiento de la enfermedad se deben evaluar de manera periódica con un examen neurológico y resonancia magnética. Es útil tomar nota del curso de la enfermedad en diferentes momentos para cuando su especialista en esclerosis múltiple y usted hablen de sus opciones de tratamiento y resultados previstos.Por ejemplo:
  • Si tiene esclerosis múltiple recurrente remitente activa y que empeora, puede ser beneficioso que su profesional de salud y usted hablen de una estrategia de tratamiento distinta a aquella si no hubiera indicios de actividad o empeoramiento. Juntos pueden evaluar los posibles riesgos y beneficios de otras opciones de tratamiento.
  • Si sus síntomas no han empeorado con su actual tratamiento pero hay indicios de nueva actividad de la enfermedad en las imágenes de resonancia magnética, la conversación con su profesional de salud puede ser sobre cambiarse a un tratamiento con otro mecanismo de acción para controlar mejor la actividad de la enfermedad y evitar que empeore.
  • Si la esclerosis múltiple recurrente remitente está estable, sin indicios de actividad ni empeoramiento en imágenes de resonancia magnética, su profesional de salud y usted pueden confiar en la eficacia del actual régimen de tratamiento.

Diferencias entre la esclerosis múltiple recurrente remitente y los tipos progresivos de la enfermedad

Si bien la esclerosis múltiple recurrente remitente se define por ataques o recaídas con nuevos síntomas de la enfermedad, con los tipos progresivos de esclerosis múltiple hay menos ataques y la acumulación de discapacidad es gradual. Además:
  • Las personas con esclerosis múltiple recurrente remitente tienden a presentar nuevas lesiones cerebrales —también llamadas placas o cicatrices— en las imágenes de resonancia magnética. Las personas con esclerosis múltiple primaria progresiva tienden a tener más lesiones en la médula espinal.
  • Las personas con esclerosis múltiple recurrente remitente tienden a tener más lesiones inflamatorias en las imágenes de resonancia magnética. (Estas se hacen visibles cuando se usa el contraste de gadolinio en la exploración).
  • Las mujeres se ven 2 a 3 veces más afectadas con esclerosis múltiple recurrente remitente que los hombres. El número de mujeres y hombres que reciben un diagnóstico de esclerosis múltiple primaria progresiva es prácticamente el mismo.
Se suele diagnosticar la esclerosis múltiple recurrente remitente antes que los cursos progresivos de la enfermedad:
  • La mayoría de las personas con esclerosis múltiple recurrente remitente reciben el diagnóstico entre los 20 y los 40 años de edad (aunque en algunos casos, de niñas o mayores). Por otro lado, la esclerosis múltiple primaria progresiva usualmente se diagnostica entre los 40 y 60 años.
  • La transición de esclerosis múltiple recurrente remitente a secundaria progresiva por lo general se produce en las personas que han tenido el tipo recurrente remitente durante por lo menos 10 años.

Síntomas de la esclerosis múltiple recurrente remitente

Entre los síntomas que más se reportan con la esclerosis múltiple recurrente remitente están:
  • problemas intestinales y urinarios,
  • fatiga,
  • entumecimiento,
  • problemas cognitivos (para aprender, recordar o procesar información),
  • espasticidad o rigidez y
  • problemas de visión.
Las personas con tipos progresivos de esclerosis múltiple también tienden a tener, además de otros síntomas posibles, dificultad para caminar y movilizarse que empeora con el tiempo.

Diagnóstico de la esclerosis múltiple recurrente remitente

Los criterios para el diagnóstico de la esclerosis múltiple recurrente remitente requieren evidencia de por lo menos dos puntos separados de daño (“diseminación en el espacio”) que han ocurrido en diferentes momentos (“diseminación en el tiempo”) en el sistema nervioso central. Para llegar a un diagnóstico, según los criterios, se utilizan los resultados de resonancia magnética, como también la historia de síntomas y observaciones del examen neurológico. Además, el médico debe descartar otras enfermedades a las que se puedan atribuir los síntomas.

Cambios recientes de dichos criterios permiten que, en vez de "diseminación en el tiempo", se use la presencia de un grupo específico de proteínas en el líquido cefalorraquídeo. Esto acelera el proceso de diagnóstico para muchas personas.

Tratamiento de la esclerosis múltiple recurrente remitente: cambiar el curso de la enfermedad

La Dirección de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration o FDA) ha aprobado más de 20 medicamentos —conocidos como tratamientos modificadores de la enfermedad— para la esclerosis múltiple recurrente remitente. Estos tipos recurrentes son el síndrome clínicamente aislado, la esclerosis múltiple recurrente remitente y la secundaria progresiva (con recaídas) y activa.Los estudios han demostrado que todos los medicamentos para la esclerosis múltiple pueden:
  • reducir el número de recaídas (también llamadas ataques o exacerbaciones),
  • limitar la nueva actividad de la esclerosis múltiple (nuevos puntos de daño, llamados placas o cicatrices) en el sistema nervioso central y detectados en imágenes de resonancia magnética y
  • retrasar el empeoramiento (progresión o avance) de la enfermedad.
La investigación de muchos años indica que empezar a usar uno de estos medicamentos poco después del diagnóstico de esclerosis múltiple es la manera más eficaz de controlar el proceso de la enfermedad. Cada tratamiento modificador de la enfermedad está asociado a ciertos efectos secundarios y riesgos. Lo mejor es decidir si empezar a usar un tratamiento modificador o cambiarse a uno diferente con el profesional de salud que atiende la esclerosis múltiple. Para tomar una decisión basada en la información, es importante que hable con su equipo médico sobre cómo se administra el medicamento y sus efectos secundarios, riesgos y costo. 

Control de los síntomas

Con todos los cursos de esclerosis múltiple, el control proactivo de los síntomas es esencial para su comodidad y productividad continua, además de una mejor calidad de vida.

Rehabilitación

Los especialistas en rehabilitación tienen una función importante desde el momento del diagnóstico. Pueden ayudarlo a desempeñarse mejor a pesar de la esclerosis múltiple al aumentar su capacidad de movilizarse y promover su seguridad e independencia.

Vida sana

Incluso con una enfermedad crónica o discapacidad, puede lograr una salud mejor y mayor bienestar, lo que incluye el aspecto emocional.

Control de las recaídas con esclerosis múltiple

El control de las recaídas es esencial para mantener y mejorar su calidad de vida. Los recursos de abajo son útiles para identificar las recaídas y aprender estrategias para enfrentarlas.
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