Esclerosis múltiple secundaria progresiva
Información sobre la esclerosis múltiple secundaria progresiva
La esclerosis múltiple es una enfermedad impredecible del sistema nervioso central que afecta el flujo de información en el cerebro y entre este y el cuerpo. Hay 4 cursos de la enfermedad. Al comienzo, la esclerosis múltiple secundaria progresiva sigue el curso recurrente remitente de la enfermedad.Algunas personas que reciben un diagnóstico de esclerosis múltiple recurrente remitente pasan después a un curso secundario progresivo, en que las funciones neurológicas empeoran con el tiempo y la discapacidad aumenta. En Estados Unidos, se calcula que la prevalencia de esclerosis múltiple secundaria progresiva es de 27-45 por cada 100,000 personas.La esclerosis múltiple secundaria progresiva también se puede describir como activa (con recaídas o indicios de nueva actividad visible en imágenes de resonancia magnética durante un período específico), o inactiva, o con progresión (indicios de mayor discapacidad con el tiempo, con o sin recaídas o nueva actividad visible en imágenes de resonancia magnética), o sin progresión.Este gráfico muestra la actividad que puede ocurrir con la esclerosis múltiple secundaria progresiva, pero la experiencia de cada persona con este tipo es diferente. Como indica el gráfico, tras un periodo de esclerosis múltiple recurrente remitente, la discapacidad tal vez le aumente con el tiempo, con o sin indicios de actividad de la enfermedad (recaídas o cambios en las imágenes de resonancia magnética). Quizá también tenga recaídas ocasionales, así como períodos de estabilidad.

Indicios y síntomas comunes de esclerosis múltiple secundaria progresiva
Si tiene esclerosis múltiple secundaria progresiva, su capacidad de hacer las cosas cambiará de manera gradual y continua. Pero los síntomas de una persona pueden avanzar de manera diferente o más rápida que los de otra.Entre los síntomas de la esclerosis múltiple secundaria progresiva están:
- problemas intestinales y urinarios, como urgencia de orinar,
- dificultad para caminar y problemas de coordinación,
- fatiga,
- entumecimiento o cosquilleo,
- problemas cognitivos, para aprender, recordar o procesar información
- espasticidad o rigidez muscular y
- problemas de visión.
Control del curso de la enfermedad
Diferencias entre la esclerosis múltiple secundaria progresiva y otros cursos de la enfermedad
Si tiene esclerosis múltiple recurrente remitente, es posible que llegue a ser secundaria progresiva. Con esta transición, la enfermedad pasa gradualmente del proceso inflamatorio que se ve con la esclerosis múltiple recurrente remitente activa a una etapa de avance más uniforme, con pérdida o daño a las funciones neurológicas. Al igual que con la esclerosis múltiple recurrente remitente, es posible que siga teniendo recaídas, además de nueva actividad en las imágenes de resonancia magnética." c-nmssatomrichtext_nmssatomrichtext-host="">Su especialista en esclerosis múltiple debe evaluar por lo menos anualmente la actividad de su enfermedad y su avance. La evaluación debe incluir una conversación sobre sus síntomas, un examen neurológico y tal vez una exploración con resonancia magnética. Es útil tomar nota del curso de la enfermedad en diferentes momentos para cuando su especialista en esclerosis múltiple y usted hablen de sus opciones de tratamiento y resultados previstos.Por ejemplo:
- Si la esclerosis múltiple secundaria progresiva está activa, su profesional de salud y usted pueden hablar sobre iniciar o continuar un tratamiento modificador de la enfermedad para reducir el riesgo de una recaída.
- Si la esclerosis múltiple secundaria progresiva está activa y avanza a pesar del medicamento que usted toma, la conversación con su profesional de salud puede ser sobre los beneficios y riesgos potenciales de adoptar una estrategia más intensiva de tratamiento.
- Si la esclerosis múltiple secundaria progresiva está inactiva pero la discapacidad avanza, su profesional de salud y usted quizá se centren en estrategias de rehabilitación para mejorar sus funciones y aumentar su capacidad de movilizarse, además de promover su seguridad e independencia.
- Si la esclerosis múltiple secundaria progresiva está estable, sin actividad ni progresión, la conversación con su profesional de salud puede centrarse en la rehabilitación y otras estrategias de control de síntomas para conservar funciones.